Si bien es cierto que en nuestros tiempos la mayoría de las personas tenemos como desenchufado el cable de la confianza y pareciera que cada vez menos estamos abiertos a compartirnos con todas nuestras emociones, intimidades y sueños, una vez que lo hacemos a veces concientes del riesgo que estamos tomando y otras tantas aparentemente sin darnos cuenta, apostamos a que la otra persona que recibe eso de nosotros lo apreciará con sumo valor o por lo menos eso queremos pensar…y entonces confiamos…
Es maravilloso el sentimiento de complicidad al saber que existe alguien que vive al mismo tiempo y de igual manera nuestras inquietudes y secretos, pero en contraste con esto, cuando llegamos a descubrir que no es así y que esa persona en la cual depositamos nuestra confianza rompió con ella, el dolor a veces mas allá de la rabia puede ser muy profundo y tal vez más aún cuando no ha sido la primera ocasión ya sea por esa misma persona o por alguien más y así de pronto algo se rompió dentro de uno mismo y con la relación. Al sentirnos tan defraudados podemos cerrar por completo todo lazo de confianza en esa relación o en otros casos elegimos perdonar y tratar de volver a empezar. Pero por cuánto tiempo puede funcionar una relación que ha sido fracturada?, después de todo se puede vivir sin la duda constante de si volveremos a ser lastimados? O que requiere hacer la persona que nos hirió para recuperar nuestra confianza de nuevo?.
Hemos escuchado muchas veces la frase de; “se puede perdonar pero no se olvida”, será verdad? A pesar de eso, cuántas parejas conocemos que han atravesado problemas de “traición” y lo han superado. En mi opinión creo que se requiere de madurez y humildad para aceptar el error en ambas partes(sí, en ambas partes!), para empezar evidentemente de quien rompió la relación de confianza para poder estar dispuesto a remediar la situación y comprometerse a no repetirlo, y por otro lado, también con quien se cree solamente herido y víctima de la historia, pues siempre fue su elección confiar desde el inicio, a ciegas o no, y entender que pudo ser una equivocación de la otra persona pero como tal nosotros también nos equivocamos y sobre todo, no merecemos arrastrar el rencor o la culpa por un evento pasado, sino mirar el resultado y cuestionarnos; cual es el aprendizaje que me llevo de esto? Desde un punto de vista responsable donde yo me hago cargo de lo sucedido… Suena duro?, es un gran ejercicio!!..
miércoles, 11 de noviembre de 2009
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